El tema que voy a tratar es el divorcio pues como bien dice esta noticia últimamente esta aumentando el número de divorcios en España pues se están registrando dos divorcios de cada tres matrimonios:
Junto con la muerte y la declaración de fallecimiento, el divorcio es una de las tres formas por las que puede disolverse el vínculo matrimonial.
Tras la reforma del Código Civil operada en Julio de 2005, los cónyuges pueden optar bien por la separación, bien por el divorcio, sin que sea preciso acceder primero a la separación para solicitar seguidamente el divorcio. Así, es posible disolver el matrimonio directamente.
Para acceder al divorcio bastará acreditar que han transcurrido tres meses desde la celebración del matrimonio sin tener que alegar ninguna causa justificando la petición.
Hay dos tipos de divorcios el de mutuo acuerdo y contencioso.
El divorcio de mutuo acuerdo el procedimiento judicial es rápido, basta con acompañar a la demanda un convenio regulador.
El divorcio contencioso se solicita por uno de los cónyuges sin el consentimiento del otro por lo que en este caso no se acompaña un convenio regulador.
El procedimiento es largo y complejo.
La disolución del vínculo conlleva la pérdida de los derechos sucesorios entre los cónyuges, la pérdida de la pensión de viudedad, así como de las obligaciones derivadas directamente del matrimonio: los deberes de ayuda y fidelidad, el compromiso de velar por el interés de la familia, la obligación de prestar alimentos, etc. La ruptura de este vínculo no afecta a las obligaciones de los cónyuges para con sus hijos puesto que las mismas surgen de la relación de parentesco y no de la existencia de la unión matrimonial.
Cada día aumenta el número de divorcios, no solo en nuestro país, sino en la amplia mayoría de ellos. Las crisis matrimoniales suelen estar relacionadas, y parten de la base de crisis de identidad, personales, económicas, sociales, falta de cariño, comprensión, respeto, etc... Crisis por no estar a la altura, o no descubrir en tu pareja los valores que esperabas. De ahí parte la crisis, de ahí la ruptura sentimental, de ahí el divorcio, la ruptura física.
Yo me pregunto, ¿el trámite legal del divorcio aleja definitivamente el dolor de la crisis, el dolor de la desunión, el dolor del derrumbamiento de tus ilusiones? Desgraciadamente, en la mayoría de los casos, el divorcio deja secuelas y heridas que ya son casi imposibles de restañar.
El divorcio obliga a una meditación muy madurada, muy estudiada, una reflexión personal, no ya solo contigo mismo porque tú solo quieras salir de la situación, sino una reflexión de la pareja principalmente, poniendo sobre la mesa todos los momentos, por duros que sean, que han llevado a esta situación. Sopesar realidades es el secreto de llegar a buen puerto, sea en la nueva oportunidad o en la inminente desgracia del divorcio.
Yo me pregunto, ¿el trámite legal del divorcio aleja definitivamente el dolor de la crisis, el dolor de la desunión, el dolor del derrumbamiento de tus ilusiones? Desgraciadamente, en la mayoría de los casos, el divorcio deja secuelas y heridas que ya son casi imposibles de restañar.
El divorcio obliga a una meditación muy madurada, muy estudiada, una reflexión personal, no ya solo contigo mismo porque tú solo quieras salir de la situación, sino una reflexión de la pareja principalmente, poniendo sobre la mesa todos los momentos, por duros que sean, que han llevado a esta situación. Sopesar realidades es el secreto de llegar a buen puerto, sea en la nueva oportunidad o en la inminente desgracia del divorcio.
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